La violencia en “La paz perpetua”
viene determinada por Odín, el perro duro y mercenario. Él mismo
sabe que es una máquina capaz de hacer cualquier cosa con tal de
salir victorioso. No le caen bien los otros dos competidores porque
son más reflexivos y no tan atacantes. Sin embargo, también existe
algo de violencia en John-John, ya que a él no le gusta que le
molesten su espacio, y cuando al principio están en el lugar oscuro,
Odín lo desafía y parece que va a empezar una pelea que se
interrumpe:
JOHN-JOHN
Voy a contar hasta tres. Luego voy a limpiar mi zona. Voy a sacar
de mi zona toda la basura que encuentre.
ODÍN
tatarea la música.
JOHN-JOHN
Uno. Dos. Tres
Exhibe
los colmillos. ODÍN le enseña los suyos, esperándolo. JOHN-JOHN va
a saltar sobre ODÍN cuando se abre una de las puertas...
Aunque esta es la primera
escena en la que ambos se pelean, no es la última, durante la obra
John-John y Odín se pelean más veces porque se pican unos a otros.
Enmanuel no se salva de la
violencia, él no es un perro violento. Sin embargo, sí ha vivido un
momento de crueldad y violencia. Cuando estaba trabajando de perro
guía con Isabel, una muchacha ciega. Un día estalló una bomba en
la cual Isabel murió, y Enmanuel se siente mal porque no pudo
detectarla. Al final, la violencia es la que se impone, el Humano
trata de convencer a Enmanuel de que sea violento que no se tan
pacífico que con eso no gana nada, que tiene que ser con John-John y
Odín. Sin embargo este no renuncia a sus ideales, los defiende tanto
que al final es atacado por los otros dos y acaba muerto.
El poder claramente lo
tiene el collar blanco que los hace de la brigada de K7, por ese
collar los tres perros están dispuestos a enfrentarse unos con otros
y a dar lo mejor de ellos.
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